Dentro de la gastronomía tradicional del cantón Mira, en las casas solariegas, las amplias cocinas mireñas albergan el café con humitas, café con paspas, quimbolos, pringa, chuchuca, morocho de sal y de dulce, dulce de sambo, zapallo de dulce con leche, arroz de cebada con leche, camotes con leche, sopa de arrancados, choclos con queso, champús, dulce de higos, fréjol guandul con arroz, aguacate y limonada; entre otros.
Con el objetivo de dar a conocer el trabajo y actividades arraigadas en la cultura del pueblo mireño y que se evidencian en el diario vivir de su gente; el Área de Comunicación del GAD Mira lleva adelante el Proyecto: ¡NUESTRA GENTE ES PRIMERO!; esto como un compromiso de la presente administración municipal para con los emprendedores que aportan a un mejor desarrollo de esta querida tierra.
Hace 50 años desde la provincia de Imbabura, llegaron a radicarse a Mira los indígenas: José Tituaña y su esposa Mercedes Cachimuel, quienes durante 10 años se dedicaron a la agricultura pero con más ahínco a la elaboración y venta de tejidos en lana de borrego; mientras que las cuatro décadas restantes han ofertado a propios y visitantes uno de los platos típicos más apetecibles de la sierra ecuatoriana que también se saborea en el “Balcón de los Andes”, se trata nada más y nada menos que del suculento hornado de chancho más conocido como “Hornado de Don José Tituaña”; aquí empieza su historia.
El equipo técnico del área de comunicación del GAD Mira, se dirigió hacia el barrio La Tola perteneciente a la parroquia urbana de Mira para visitar a José Rafael Tituaña Picuasi, quien nació un 11 de marzo de 1948 en la comunidad Pucará Alto-de la parroquia San Roque del cantón Antonio Ante; sus padres: José Pedro Tituaña Lima y Rosa María Picuasi, a decir de sus estudios, los tres primeros años los realizó en la Escuela “Benito Juárez”, y culminó la primaria en la Escuela José Joaquín de Olmedo en San Roque; mientras que su esposa Mercedes Cachimuel Túquerres, quien llegó a vivir a Mira desde su adolescencia en compañía de sus padres: Mariano Cachimuel y María Inés Túquerres, nació el 22 de diciembre de 1945 en la comunidad San Juan perteneciente al cantón Otavalo.
Durante cuatro años; José, después de terminar sus estudios primarios se dedicó junto a su padre a las actividades agrícolas en Pucará Alto; también se iba a trabajar con sus amigos en el trapiche, limpiando caña, en ocasiones desempeñaba la ardua labor de hornero, trabajó en las haciendas “Agualongo”- en el cantón Antonio Ante de propiedad de Segundo Jaramillo, y en la hacienda “Pisquer”-en el cantón Mira de propiedad de Oswaldo Jaramillo y en la hacienda de Huaquer; con mucha emoción y sacrificio empezó ganando apenas un sucre y medio por día.
A sus 19 años se fue a Santo Domingo de los Tsáchilas a trabajar en el kilómetro 38 vía a Quevedo, preparando tierras y cuidando ganado en la Hacienda “San Antonio” de propiedad de Antonio Granda Centeno.
A sus 23 años, aprovechando las vacaciones llegó al cantón Mira donde conoció a Mercedes Cachimuel, años más tarde contrajeron matrimonio y se fueron a vivir a Pucará Alto por un tiempo de cuatro años; con la bendición de Dios procrearon 4 hijos: María Lupe, Nelson Fabián, César Gilberto, Inés Piedad; la vida les ha regalado hasta el momento dos nietos: Juan David y Alejandro Martín Jurado Tituaña.
Cuando José tenía 27 años, junto a su esposa tomaron la decisión de viajar a Mira, para radicarse en el barrio La Tola, desde sus inicios hasta la actualidad se dedican a la agricultura; además durante tres años, José y Mercedes hacían de los tejidos: ponchos y cobijas de lana para vender en el mercado de la ciudad de El Ángel, y en las comunidades: San Pedro de Puchués, El Hato, Carlizamá, San Antonio y El Mirador. La materia prima la adquirían en Ambato, San Gabriel, Cristóbal Colón, Otavalo, Saquisilí y en Colombia, también vendían lana gruesa en el norte del país para hacer sacos.
A sus 30 años, José y su esposa conocieron en El Ángel a las hermanas: Zoila Hernández(+), Carmen Hernández (+) y a su sobrino Germán Hernández quienes se dedicaban a preparar el exquisito hornado, además contaban con una panadería, con ellos hicieron buenas e inolvidables amistades, pues fue Zoila quien les recomendó que se dediquen a la preparación y venta de hornado en Mira, esto con el propósito de lograr días mejores para la familia, otra de las maneras honradas de ganarse la vida y de educar a sus hijos.
A fin de motivarlos, fue la misma emprendedora angeleña quien les impartió conocimientos, apenas fueron necesarios 2 días para que José y su esposa aprendan y preparen la receta que les daría el éxito familiar en el cantón Mira, lo que además se convertiría en uno de los platos más exquisitos de Mira que por ser el mirador de un mosaico montañoso desde donde se divisa el Valle del Chota, el volcán Imbabura, el nevado Cotacachi, el cerro Iguán y la majestuosidad del nevado Cayambe, es conocido como “Balcón de Ándes”.
Además, viendo el interés que le pusieron a este emprendimiento, Zoila entregó a la familia Tituaña-Cachimuel un chancho ya horneado, variedad de gaseosas, platos, cucharas, mote, ají, más la receta donde constaban tanto los ingredientes como los pasos para elaborar la sazón y así deleitar hasta la actualidad a los paladares más exigentes del norte del país.
Aún preocupados sin saber si aceptar este desafiante pero visionario proyecto; José y Mercedes se preguntaban: ¿será que vendemos?, ¿quién nos va a comprar?, ¿qué pensará la gente sobre este negocio?; lo encomendaron todo a la voluntad de Dios y emprendieron su venta, previo a ello; arrendaron un cuarto en la casa de la señora Aida Onofre(+), ubicado en la esquina de las calles: García Moreno y Eloy Alfaro, durante 15 años lo ofertaron en este lugar, puesto que era el único hornado en Mira y lo vendían desde los días viernes hasta los domingos.
Poco a poco el negocio fue creciendo; transcurrido el primer mes de dedicarse a este emprendimiento, visitaron a Zoila Hernández (+) para reiterar su agradecimiento por ser parte fundamental de esta iniciativa, compartieron sus primeras experiencias y devolvieron con el mismo favor y en las mismas cantidades: un chancho hornado, gaseosas, utensilios, mote y el ají.
Luego de estos 15 años, arrendaron la casa antigua de Lago Palma en la esquina de la calles: González Suárez y García Moreno, es decir; una cuadra más abajo de su primer local, allí ofrecieron este tradicional plato durante diez años, por motivos de construcción de una nueva vivienda tuvieron que reubicarse en la casa de Horacio Reina en la esquina de las calles: Abdón Calderón y García Moreno durante un año, posterior lo hicieron en la casa de Franklin Verdugo en la calle García Moreno por un tiempo de 2 años, luego en la casa de don Alfonso Bastidas en la calle Eloy Alfaro, durante cinco meses; finalmente retornaron al nuevo local de la antigua casa de Lago Palma donde ofertaron este exquisito plato tradicional durante 12 años es decir hasta el mes de marzo de 2020 cuando se registraron los primeros casos de Covid-19 en el Ecuador.
Esta pandemia mundial afectó la economía de miles y miles de familias emprendedoras en el país; el “Hornado de Don José Tituaña”, no fue la excepción lo que obligó a la familia a cerrar el negocio hasta que lleguen días mejores; esto en vista de que poco a poco las ventas iban disminuyendo, fueron sus hijos quienes pidieron a José y Mercedes con mucha tristeza suspender el trabajo y así fue.
Un año, cinco meses más tarde; en agosto de 2021, mes en el que el cantón Mira cumplió 41 años de vida político-administrativa, la familia Tituaña decidió retomar el proyecto pero esta vez desde su domicilio ubicado en el barrio La Tola, empezaron a promocionar en las redes sociales que el “Hornado de Don José Tituaña”, ya estaba al servicio de la colectividad.
Su última hija Inés Piedad, recuerda que creció con este negocio, ha sido un proyecto familiar que se ha consolidado gracias a la colaboración de toda la familia; la trayectoria de más de 40 años ha permitido socializarse con las personas de diferentes lugares, este proyecto los ha llevado a ofertar el producto en varios compromisos sociales entre ellos: cumpleaños, bautizos, confirmaciones, grados, matrimonios, incluso en las fiestas tanto de la cantonización de Mira como del aniversario de la Virgen de la Caridad, reina y patrona del pueblo mireño.
“Nos sentimos orgullosos de nuestros padres porque ellos nos han dado el ejemplo del trabajo, la constancia, nos enseñaron a ganarnos el pan del día a base de esfuerzo y gracias a ello nos dieron la educación, hicimos el compromiso de conservar y no perder la tradición de este plato típico; siempre estamos pendientes a colaborarles, incluso a raíz de la pandemia Covid-19 la familia ha permanecido unida, por ejemplo todos los fines de semana viajamos desde Otavalo hasta mi natal Mira en compañía de mi hermana Lupe y mis hijos: Juan David y Alejandro Martín a colaborar en la preparación y venta de este plato fuerte”, manifestó Inés Tituaña.
Poco a poco los clientes de las provincias: Imbabura, Carchi y Pichincha han vuelto y prefieren el hornado tradicional de Mira preparado por la familia Tituaña-Cachimuel, a propósito este plato ha sido enviado bajo pedido a países como Brasil y Estados Unidos.
Luego de adquirir la leña en los primeros días de la semana; los jueves: José, Mercedes y su hijo César desde tempranas horas preparan el chancho, extraen la grasa, y proceden a adobarlo, también pelan el mote y lo desaguan. En la tarde, José es el encargado de prender el horno para en la noche asar el chancho, mientras Mercedes procede a cocinar el mote en leña. El viernes en la madrugada retiran el chancho del horno, el mote lo ciernen y cocinan las papas, muelen el ají en piedra, pican la lechuga y ya está listo para servirlo a los mireños y visitantes el fin de semana.
Para José Tituaña y su familia, el proyecto “Nuestra Gente es Primero”, es una iniciativa positiva, pues a través de productos audiovisuales y reportajes en texto difundidos en los medios de comunicación y redes sociales, permite que las actividades realizadas por los emprendedores, dinamicen la economía y garanticen un mejor porvenir para sus familias a través de la visita que realizan los mireños, turistas nacionales y extranjeros que han mirado, leído y escuchado sobre dicho emprendimiento.
“Somos testigos del apoyo que realiza el Municipio de Mira a los pequeños emprendedores y gracias a ello damos a conocer nuestro trabajo y por ende tenemos mayor acogida, que bueno recibir este contingente para quienes aportamos al desarrollo socio-económico del Cantón, por eso estamos agradecidos y continuaremos ofreciendo nuestro plato tradicional al Ecuador y el mundo: el riquísimo hornado casero acompañado de papas, mote, lechuga y ají”, expresó el emprendedor José Tituaña.
Por su parte César Díaz, oriundo de la comunidad Huaquer y residente en la ciudad de Quito, comentó que desde hace 22 años saborea este delicioso plato mireño, afirmó que el sabor y calidad de este jugoso hornado es único, lo ha llevado a la capital por varias ocasiones para compartirlo con la familia y los amigos. “Desde el domicilio de don José es preciso recomendar a las personas que gustan de la gastronomía lugareña que cuando visiten Mira no se olviden de saborear este plato tradicional; además mi consejo a los emprendedores de este proyecto es que continúen compartiendo sus conocimientos y la receta con sus hijos y nietos para que se vayan empoderando y de esta manera conserven esta delicia mireña”, manifestó.
Desde el GAD Mira, hacemos la invitación a la ciudadanía a visitar el Proyecto: “Hornado de Don José Tituaña” y adquirir este exquisito plato para compartirlo en familia o con amigos los días viernes, sábados y domingos en el horario de 10:00 hasta las 21:30. El proyecto está ubicado en el barrio La Tola, ingreso por la vía antigua en dirección al monumento de la Virgen de la Caridad, para mayor información comunicarse a los contactos: 062280-115, 0959512269 o al 0969260691.